‘Directorxs emergentes en emergencia’ nace ante la preocupación y la dificultad por encontrar un posicionamiento en el mercado escénico actual. 

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Consideramos que en los últimos años se ha generado una situación en las artes escénicas que nos impide competir dentro del sistema teatral actual. 

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Lxs directorxs emergentes nos encontramos con la siguiente problemática: 

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1.La crisis del mercado escénico actual genera programaciones más conservadoras donde se confía en proyectos de directores consagrados con cabezas de cartel y actores televisivos la mayoría de las veces, lo que impide la entrada al mercado de nuevos valores y la renovación natural de las artes escénicas.
La falta de confianza por parte del mercado impide que lxs directorxs emergentes seamos contratados para nuevos proyectos. 

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2. Lxs directorxs emergentes tenemos una proyección profesional muy limitada y nos vemos obligados a buscar nuestras propias fuentes de financiación y de distribución. Lxs directorxs nos vemos obligados a trabajar en circunstancias muy precarias, invirtiendo nuestro propio patrimonio y sin poder llevar a cabo un desarrollo artístico acorde a nuestra formación.

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3. Lxs directorxs emergentes encontramos muchas dificultades para financiar nuestros propios proyectos debido a la imposibilidad de poder acceder tanto a las ayudas públicas como a la confianza de productores privados

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4. Lxs directorxs emergentes nos vemos obligados a trabajar con formas jurídicas que no son las deseables y con las que no se puede acceder a diferentes ayudas ni programaciones.

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5. Los problemas anteriormente expuestos (en cuanto a producción, exhibición y distribución) no están siendo considerados por las instituciones públicas que deberían velar por el cambio generacional. 

En los últimos años, afortunadamente, los centros de producción pública, han mostrado interés en apoyar y dar a conocer las obras de autorxs vivxs, poniendo en marcha festivales, certámenes y concursos. Esto no ha sucedido con lxs directorxs emergentes. Asimismo, las convocatorias de dichos eventos colocan el texto escrito como motor principal de la creación escénica, coartando otras opciones de investigación y creación.

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6. Consideramos que lxs directorxs emergentes, a pesar de esta precariedad, hemos conseguido desarrollar proyectos de calidad y de gran interés para un determinado público y, que dichos proyectos, por desgracia en un porcentaje altísimo, han pasado totalmente desapercibidos. Hay un público que nos quiere escuchar, un público que demanda nuevas formas de entender las artes escénicas, nuevas visiones, ópticas y sensibilidades, así como hay un público que demanda un teatro más convencional y otro que demanda caras conocidas. Tenemos un espacio que no estamos pudiendo ocupar.

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7. En las artes escénicas, como en cualquier otro àmbito social, cultural o comercial, se produce una renovación natural y necesaria, cuyo discurso renovado, se hace eco de los tiempos que corren, en diálogo constante con un ente cambiante como es el público. Para que dicho diálogo desemboque en una evolución simultánea de públicos y creadorxs, son necesarias platafomas, públicas y provadas, que favorezcan la producción, exhibición y distribución de nuevos proyectos artísticos.

 

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Por todas estas razones, creemos adecuado comenzar un diálogo con todos los agentes implicados en la creación escénica, para generar aquellas preguntas y respuestas que puedan abrir vías de trabajo y dar una salida a una situación que es insostenible para los directorxs emergentxs y, muy peligroso para la evolución de las artes escénicas en nuestro país.